El domicilio fiscal es el lugar donde puede localizarse a una persona que tiene obligaciones en materia tributaria con Hacienda. Existen normas específicas para determinarlo.
El domicilio social y el fiscal suelen coincidir y figuran en la tarjeta de identificación fiscal.
Este domicilio es el lugar donde la Agencia Tributaria envía las notificaciones y los requerimientos. Es más, se entienden como notificados aunque no recibas la notificación, con la única excepción de que exista un error en la redacción de la dirección.
El domicilio fiscal es el que se incluye en las facturas a los clientes y las que recibe de los proveedores. También está en el encabezado de las nóminas.
Por todo ello, es esencial informar a la Agencia Tributaria de cualquier cambio. Si no se hace puede pasar lo siguiente:
- Que se sigan recibiendo las notificaciones en el domicilio anterior.
- Si no se contesta una notificación será responsabilidad de la persona por no modificar el domicilio.
- No podrán deducirse las facturas que tengan los datos de la dirección erróneos.
- El domicilio correcto no aparece en las escrituras públicas.